Dragonología: Biología y matemáticas de los dragones

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Aunque en “Juego de Tronos” los dragones son mágicos, comparten algunas similitudes con los reptiles y aves del mundo real. En efecto, de los cinco tipos de vertebrados que existen en nuestro mundo: peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, pareciera que los dragones tienen que clasificarse en el grupo de los reptiles, donde concuerdan la mayoría de las características de los hijos de Daenerys. Veamos un poco esto:

Efectivamente, hoy día sabemos que la cáscara de los huevos de reptil, en general, es resistente, pero blanda y deformable, por lo que los huevos de los dragones de “Juego de Tronos” son más parecidos a los de las aves actuales que a los de los reptiles y, además, pareciera que las escamas duras, que se ve que recubren los huevos, deben tener un alto contenido en minerales, lo cual les daría la dureza que los hizo pasar por petrificados.

Los dragones en la serie tienen cuerpos serpentinos alargados, con cuellos y colas proporcionalmente largos. Sus cuerpos tienen cuatro miembros: dos patas traseras cortas y dos grandes alas como miembros anteriores, un cuerpo muy similar a un murciélago.  En efecto, cuando los dragones de Daenerys caminan por el suelo, como pudimos ver por ejemplo cuando Tyrion bajó a liberar a Viserion y Rhaegal, o cuando Drogon bajó a las arenas de combate, lo hacen a cuatro patas, usando las alas para apoyarse en el suelo, del mismo modo que caminan los murciélagos en tierra.

Juego de Tronos- Entertainment Weekly

El vuelo de los dragones en Juego de Tronos

Drogon, Rhaegal y Viserion, a pesar de su impresionante tamaño, vuelan. A Drogon ya lo hemos visto zigzaguear entre el ejército de los Lannister en una impresionante escena que nos dejó boquiabiertos frente a la televisión. Nuestros dragones tienen alas de murciélago, con membranas entre los dedos, lo que las hace resistentes, ligeras,  y sin requerir ser tan extensas como las alas de las aves. En fin, las alas de los dragones tienen una envergadura suficiente como para mantener el vuelo, pero que en la realidad, lamentablemente, debido a su peso les sería sumamente difícil poder alzarlo, es decir, su despegue les sería muy complicado. Es que las aves tienen que lidiar con muchos compromisos a la hora de volar, pero esto no se refleja en los dragones.

Así pudimos ver que la cola de los dragones, es alargada y no demasiado gruesa, acabando en una forma plana, en forma de rombo o aleta, que lógicamente tendría de función la de ejercer de timón y estabilizar al animal durante el vuelo. No está de más recordar que la evolución sobre la tierra  ha dado lugar a estructuras semejantes en algunos pterodáctilos, como Dimorphodon y Rhamphorhynchus.

Ahora bien, si se asume que el mundo fantástico de “Juego de Tronos” disfruta de unas leyes naturales similares a las de nuestro Universo y de unas condiciones parecidas a las de nuestro planeta en lo referente a la gravedad y la presión atmosférica, los enormes dragones de Daenerys con un peso de al menos varias toneladas, estarían más allá de los límites que tiene la ciencia para que algo pueda volar. Sin embargo esto no es muy problemático, ya que por ejemplo, según las leyes físicas, las abejas tampoco podrían volar. Ahhh, menos mal que las abejas no saben de física.

Anatomía de los dragones

Por otra parte, los dragones de «Juego de Tronos» no tienen ojos de ave, ni de primates. Sus pupilas son verticales, como las de los felinos o los reptiles, estos ojos son óptimos para percibir la profundidad a cortas distancias, cosa que es muy interesante cuando se pretende emboscar y cazar a una presa y se necesita que los movimientos sean precisos y rápidos.

A cambio de estas prestaciones, las pupilas alargadas implican que las imágenes lejanas se ven borrosas. Por eso, dado que los dragones son criaturas voladoras, deberían tener unas pupilas redondas. De hecho, casi todos los pájaros y los animales altos tienen unas pupilas redondeadas.

La serie también nos muestran que los dientes y las garras de los dragones adultos son tan largos y afilados que nos recuerdan a los del famoso Tiranosaurus Rex. Así, en el quinto capítulo de la séptima temporada pudimos ver un acercamiento entre Jon Snow y Drogon, cabalgado por Daenerys, en el que se apreció con mucho detalle la cabeza del dragón. La enorme boca llena de puntiagudos y afilados dientes, recuerda mucho a la de los cocodrilos, pero con dientes menos bastos y más agudos. En Drogon, el resultado de esta mezcla de características es aterrador, sobre todo por los dientes, aunque Jon Snow aguantó muy bien y, tirando de su sangre Targaryen, le tendió una mano, y el dragón se dejó acariciar.

Similar a un reptil del mundo real los dragones están cubiertos de escamas, así como cuernos espinosos que corren por sus espaldas de la cabeza a la cola. Rhaegal tiene escamas de color verde, Viserion tiene escamas de color crema, por lo que se le conoce como el dragón blanco. Las escamas de Drogon son negras, con tonos de color rojo sangre en las alas y algunas otras zonas de su cuerpo. Sus ojos también son rojos. Es el más grande y agresivo de los tres y desde pequeño ya empezó a marcar esta diferencia.

De hecho las escamas de Drogon, Viserion y Rhaegal, al menos lo que hemos podido observar cuando son adultos, no están imbricadas como en los lagartos y serpientes, sino que más bien son como las de los cocodrilos, en forma de placas. Los dragones son carnívoros obligados, con dietas que consisten enteramente de carne de sus presas y que necesitan asar, con su aliento de fuego, antes de consumirla.

Probablemente el atributo más famoso de los dragones es su capacidad de exhalar fuego.  La llama de un dragón puede convertir la carne en ceniza, derretir el acero y romper las piedras.  ¿Pero, cómo producen fuego los dragones? Volvamos a la especulación y pensemos que los dragones parecen producir su aliento de fuego por modificación de alguno de los sacos aéreos con los que cuentan en la parte posterior de sus gargantas, formando lo que podemos llamar las glándulas o sacos de fuego, donde se producen y/o almacenan gases combustibles (metano, que podría obtener de su propia digestión, hidrógeno…). Cuando estas sustancias volátiles se combinan, experimentan una reacción intensa que estalla en chorros, o ríos, dirigidos de fuego. Además, el hocico cuenta con dos fosas nasales de gran tamaño para poder producir la reacción que provoca la llamarada. ¿Es esto posible en el mundo real? ¿Algún animal lo hace? No, en la realidad no hay ningún animal que produzca fuego.

Otra curiosidad de los dragones es que, mientras vivan, nunca dejan de crecer, y pueden vivir durante siglos, aunque muchos mueren en combate antes de llegar a esa edad, e incluso merman sus condiciones: fiereza y tamaño, si son encerrados.

Los reptiles actuales no alcanzan el tamaño que tienen los dragones de Daenerys en la temporada actual (unos 61 metros), pero sabemos que existieron reptiles que llegaron a alcanzar tamaños descomunales en algunos de los distintos grupos de dinosaurios, por ejemplo el Argentinosaurus, medía un poco más de 30 metros y actualmente, el animal más grande que existe en nuestro planeta, es la ballena azul, que mide unos 31 m. De hecho, es posible que el mito de los dragones tenga su origen en la aparición de fósiles de dinosaurios, algunos de gran tamaño, que en la imaginación de gentes de todo el mundo se convirtieron en dragones, cuyas representaciones a veces son bastante parecidas a la de los reptiles prehistóricos.

Todo indica que los dragones son animales bastante inteligentes, y Daenerys Targaryen no tiene más que gritar –¡Dracarys!–, al cual sus dragones responden inmediatamente exhalando fuego y quemando cualquier cosa en su trayectoria. Esta palabra, que proviene del Alto Valirio (lenguaje de la antigua ciudad de Valyria) no quiere decir otra cosa más que “Fuego de Dragón“.

Para no dejar por fuera a la Matemática:

Un Dragón Fractal que puedes dibujar.

Nos referimos a la curva del fractal «la Curva del Dragón». Una de sus características es que el número de líneas que se necesita para dibujar este fractal se duplica con cada iteración.

La Curva del Dragón es un ejemplo de una curva de relleno de espacio y tiene una dimensión fractal de 2. Esto significa esencialmente que el fractal del dragón es una forma, un objeto 2D, a pesar de que es una curva que nunca se cruza y no se reúne en sus finales.

Este fractal resulta difícil de dibujar debido al número de veces que se curva sobre sí mismo, pero con algo de cuidado y paciencia se logra hacer. Es importante siempre rotar, o girar, una copia de toda la forma anterior y adjuntarla al final de la iteración anterior (como desenrollar una cinta), manteniendo la misma rotación y dirección.

Además, como se puede ver en nuestras ilustraciones anteriores, cada nueva etapa del fractal contiene dos copias de la etapa anterior.

Mientras que la Curva del Dragón es una buena opción para un libro sobre dragones, es completamente determinista y en absoluto caótica. El dragón siempre será el mismo en varias iteraciones.

Se suele citar a Martin Gardner como su autor. Y para rematar, una sorprendente propiedad de la curva del dragón: Se puede pavimentar el plano con ella, es decir rellenarlo sin dejar huecos y sin que se sobrepongan dos o más «piezas«.

 

Seguir leyendo → La física en Juego de Tronos: Cómo montar en dragón y las incoherencias espacio temporales en Poniente.

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